Quizá alguna vez viste cómo algunas personas, niños y adultos, pueden dormir con los ojos abiertos. Y te sorprendiste. Según los especialistas, esta patología podría traer consecuencias que hay que tomar en cuenta.

Técnicamente a dormir con los ojos abiertos se le llama es «Lagoftalmos nocturno».  Si los ojos no se cierran apropiadamente, las lágrimas no pueden cubrir toda la córnea para mantenerla húmeda y limpia, y así prevenir daños.

Además, se expone a lesiones e infecciones que puedan provocar agentes patógenos o cuerpos extraños que caigan en él. De hecho, un padecimiento de este tipo de larga duración amenazar la integridad del ojo y la calidad de la visión.

Según el portal chileno Biobio, que consultó a expertos en oftalmología, la causa a este problema se divide en dos categorías: Paralítico y Mecánico.

En el primer caso, el nervio facial es el encargado de trasmitir la información nerviosa al músculo que se encarga de cerrar los párpados. Cuando este nervio se ve afectado por parálisis facial, tumores, traumas, enfermedad cerebro-vascular, entre otras razones, el músculo pierde fuerza impidiendo el cierre total de los párpados.

En la categoría Mecánico, se debe a factores externos, tales como cicatrices en los parpados o la conjuntiva, exoftalmos o laxitud palpebral entre otros. Esto puede ocurrir también por una mala cirugía plástica en el rostro.

Tratamiento

Para casos muy leves se debe optar por la lubricación de la superficie ocular, con el fin de evitar complicaciones futuras.

Fuente: americatv