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7 April, 2018Los colirios oftalmológicos son un medicamento líquido que van en un bote y se ponen sobre el ojo en forma de gotas de forma dosificada. Existen muchos tipos de colirios, la diferencia entre un colirio y otro está en la patología ocular que se va a tratar.
Tipos de colirios
Colirios sin receta médica
Cuando tenemos los ojos rojos u ojo seco cuyas molestias no van más allá de un picor o sensación de arenilla soportable, podemos recurrir a los colirios y aplicarnos las gotas nosotros mismos.
Estos síntomas pueden deberse a que nuestros ojos no segregan suficientes lágrimas o éstas son de mala calidad. Por eso las gotas en los ojos nos ayudarán a lubricarlos. Los colirios sin receta médica quiere decir que los podemos comprar libremente en la farmacia y se dividen en:
Colirios para ojos enrojecidos
Sirven para aliviar la irritación causada en nuestros ojos cuando por ejemplo estos han estado expuestos de forma prolongada a algún agente externo nocivo como el humo del tabaco, el clor de la piscina o un aire acondicionado.
Lágrimas artificiales
Por su parte las lágrimas artificiales nos ayudan a hidratar mejor nuestros ojos (humectantes). Su uso es muy frecuente tras actividades tales como el uso excesivo de dispositivos electrónicos hoy en día. Existe otro factor importante que nos hace recurrir a ellas: la edad. Con el paso de los años la cantidad y la calidad de nuestras lágrimas disminuye por lo que se hace necesario ponernos estas gotas.
Colirios con receta médica
Los colirios antibióticos son aquellos que requieren de prescripción médica y, por tanto, de una receta para poder adquirirlos en la farmacia. Por este motivo, es muy importante que no se administren sin el control previo de un oftalmólogo especialista. Al tratarse de un medicamento hay que tener en cuenta que un mal uso o aplicación de los mismos puede ser nocivo para nuestra salud visual. Los tipos de colirios antibióticos más comunes son:
Colirios bactericidas
Se utilizan como alternativa a la penicilina o tetracilina ya que estos pueden no ser todo lo efectivos que esperamos para penetrar en la córnea, que es la capa externa de nuestro ojo, para eliminar bacterias. El más utilizado es el que se compone de amino glucósido.
Colirios bacteriostáticos
No son tan eficaces como los anteriores para eliminar bacterias pero sí la capacidad para evitar la propagación de que se multipliquen. Su componente más común es el sulfonamida.
Colirios combinados de antibióticos
Sirven para aumentar la eficacia en el tratamiento, como por ejemplo aquellos que combinan antibióticos con medicamentos que se compongan de esteroides.
Colirios para alergias oculares
Como consecuencia de las alergias primaverales podemos notas que nuestros ojo se irritan y se ponen rojos, así como un lagrimeo constante. Todo ello causado por el humo, el polvo o el moho. Algunos de los colirios que podemos utilizar para aliviar estos síntomas son:
Lágrimas artificiales
Como ya hemos mencionado antes, es uno de los colirios más usados que nos ayudará a combatir además de la sequedad ocular todos aquellos alérgenos que entren a nuestros ojos como el polvo.
Estabilizadores de mastocitos
Son unas gotas muy específicas para solucionar problemas de lagrimeo, ardor y picor causadas por las células (mastocitos) que contienen todos aquellos elementos que provocan las alergias.
Antihistamínicos orales
Será muy importante consultar previamente a un oftalmólogo concretamente para el uso de estos colirios pues en algunos casos pueden provocar sequedad ocular o empeorar algunos síntomas de la reacción alérgica.
Corticosteroides
Son ideales si padecemos alergias de tipo crónico o con una hinchazón muy específica en la zona ocular. Están elaboradas con esteroides.
Anti inflamatorios no esteroides
Se suele utilizar como tratamiento para la conjuntivitis de tipo alérgico, además de ser una solución preventiva por su tipo de composición. Siempre bajo supervisión médica. Los más conocidos son pranoprofeno y el ketorolaco.
Colirio ciclopléjico
Este tipo de colirios también llamados midriáticos se clasifican en distintos tipos según su composición y la funcionalidad de los mismos:
Dilatación de las pupilas
Son su uso más común. Cuando visitamos la consulta de un oftalmólogo lo habitual es que el especialista nos dilate las pupilas para una adecuada exploración de nuestros ojos. Favorece por ejemplo el estudio de la retina o fondo de ojo.
Irritación del iris
El iris es la zona de nuestros que tiene color. Su función es la de controlar la dilatación de la pupila según la cantidad de luz que le entra a la misma. Cuando ésta se irrita, unas gotas de colirios ciclopléjico puede ayudar a aliviar esta situación.
Inflamación de la córnea
Cuando nuestra córnea se infecta por bacterias o algún tipo de virus externo el colirio ciclopléjico puede remitir y controlar estas molestias en la zona ocular.
¿Cómo usar el colirio correctamente?
Como cualquier otro medicamento debemos controlar siempre la fecha de caducidad de los colirios que tenemos y leer su prospecto. Como ya hemos visto, existen de muchos tipos y no sirven todos para lo mismo. Para saber usar correctamente los colirios que nos toquen ponernos estas son algunas de nuestras recomendaciones:
No usar colirios que hayan permanecido abiertos más de un mes.
Nunca se debe compartir un colirios, Cuando vayamos a ponernos las gotas de un colirio es fundamental no solo lavarse bien las manos, sino también evitar el contacto de la punta del frasco con el ojo u otras partes del cuerpo una vez abierto.
No dude en consultar a su oftalmólogo para cualquier otra aclaración sobre el uso y tipo de colirios o gotas oftalmológicas.
FUENTE: oftalvist.es